A colación con el tema expuesto ayer en clase y tras reparar seriamente en ello, he alcanzado la conclusión de que cualquier mortal con un ápice de inquietud existencialista no se habrá quedado indiferente ante la caja de pandora que destapamos. El pensamiento posmodernista desasosiega el sosiego: la realidad existe pero no la conocemos, siendo matizada por nuestra mente; sabemos que esto es así y aquello asá porque nos lo han dicho; vivimos sobre construcciones previas, un entramado de imposibles ecuaciones matemáticas que conforman el mundo tal y como lo percibimos. Quizá sea ésta una de las razones que dotan de estabilidad a la sociedad pero, ¿acaso no representa un férreo límite a la libre expansión de los instintos, de la imaginación, del espíritu? Sin embargo, tras repasar las afiladas máximas de esta corriente, la inseguridad en la que se ve inmerso el individuo es de tal magnitud que, al menos a un servidor, levanta dolor de cabeza. Nos hallamos en la más pantanosa de las ciénagas y, al menor descuido, podríamos vernos con barro hasta al cuello. Los que interpretan la realidad a su manera suelen ser tachados de locos mas, ¿cómo tan seguros nosotros de que es la nuestra la verdadera? ¿En qué momento prestamos consentimiento tácito, que luego nos conduce a la aceptación de ella y negación de las demás? ¡Neo, sálvanos!
Todo tiene cabida dentro del Postmodernismo, demasiada cabida, y, por ello, pregunto al aire, ¿qué pensáis vosotros?
Para finalizar, entre Radiohead y el tema tratado, las musas fueron arrastradas a mi madriguera, donde vomité los siguientes versos que a continuación comparto:
He muerto tantas veces
que los charcos se embeben de mi sombra los vestigios.
He creído vivir tantas veces
que de ilusión agonicé.
He crecido creyendo realidades con reglas ya dictadas.
He reído reconfigurándolas como un hidalgo en campos de la Mancha.
He sabido que la razón está desprestigiada,
que las verdades absolutas ya no andan por aquí.
Tantas veces he oído historias increíbles sobre lo que un día creí,
que ahora creo ser un creyente seguro de nada.
Todo tiene cabida dentro del Postmodernismo, demasiada cabida, y, por ello, pregunto al aire, ¿qué pensáis vosotros?
Para finalizar, entre Radiohead y el tema tratado, las musas fueron arrastradas a mi madriguera, donde vomité los siguientes versos que a continuación comparto:
He muerto tantas veces
que los charcos se embeben de mi sombra los vestigios.
He creído vivir tantas veces
que de ilusión agonicé.
He crecido creyendo realidades con reglas ya dictadas.
He reído reconfigurándolas como un hidalgo en campos de la Mancha.
He sabido que la razón está desprestigiada,
que las verdades absolutas ya no andan por aquí.
Tantas veces he oído historias increíbles sobre lo que un día creí,
que ahora creo ser un creyente seguro de nada.
Nítsuga Sotso Anibor
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminaruy buena entrada y buenísima música de fondo.
ResponderEliminarY estoy MUY de acuerdo con lo expuesto en tu post. ¿Cómo podemos distinguir lo que es real de lo que no lo es?
Un saludo,
Tortitortuga
*Muy buena entrada
ResponderEliminarAqui va mi "vomi-comentario", jajajajaja:
ResponderEliminarUn blog muy diferente, jajajaja, me encanta. Los versos buenisimos, lastima la brevedad. Lo seguire de cerca. Saludos.
Gracias a ambas por escrutar los sinsentidos de este sujeto errante!
ResponderEliminarGolfo!Hacía tiempo que no me pasaba por aquí :P. Me ha gustado especialmente la última entrada.
ResponderEliminarArti!.
Muy buena entrada y música.
ResponderEliminarMe quedo con esta frase: " El pensamiento posmodernista desasosiega el sosiego: la realidad existe pero no la conocemos"
Me hace recordar la frase "Soy yo y mis cirscunstancias" de Ortega y Gasset, una frase que me gusta mucho.
Saludos!!
La realidad... se habrán escrito (y quemado) tantas, y tantas páginas al respecto de qué es real y cómo llegamos a ello ... tesis, antítesis y síntesis .. Nomen est omen? Qui lo sa?
ResponderEliminarUn saludo, Agustín !
Demasiadas teorías para una sola cabeza.
ResponderEliminarEstoy pensando en plantarla, como una maceta.
Un saludo, Chus!
tu sacas a pasear tus pensamientos en una carrera en la que nos obligas a nosotros pobres lectores a perder el aliento tratando de seguirte de cerca en los razonamientos... me encanta el ejercicio
ResponderEliminarsalu2
Como en el deporte que mencionas, todo consiste en entrenar, persistir y perseverar. Entonces y solo entonces, no tendrás que continuamente parar a recobrar el aliento pero, eso sí, quizás quieras desaparecer de este mundo al no encontrarle sentido jajaja.
ResponderEliminarSeas muy bienvenido, seguidor centenario
Muy interesante.
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