Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

domingo, 30 de enero de 2011

Seis personajes en busca de autor

"Seis personajes en busca de autor" (en italiano, "Sei personaggi in cerca d'autore") es la más famosa obra del escritor Luigi Pirandello, estrenada en Italia en 1921. En ella, el público es confrontado con la llegada inesperada de seis personajes durante los ensayos de una obra teatral que insisten en ser provistos de vida, de permitírseles contar su propia historia. De que ellos son personajes en busca de autor porque el que tenían les negó materializarlos en una obra, convirtiéndose dicha búsqueda en su sino, en la razón sine qua non se les será privada su propia existencia.

Me chocó la originalidad de la trama y, en el prefacio del libro, Pirandello lo aclara perfectamente. Mediante ellos y su mediocridad, plantea una duda existencial que me embelesó hasta aplaudir al fragmento que a continuación comparto. Y es que todo está en la cabeza, amigos, todo está en la cabeza.
  

EL PADRE. (...) Y comprendo, justamente, que el juego de su arte tiene que lograr, como dice el señor, una perfecta ilusión de realidad.
EL DIRECTOR. ¡Eso es exactamente!
EL PADRE. ¡Pero también tiene que pensar que nosotros no tenemos otra realidad más allá de esta ilusión!

EL DIRECTOR. ¿Y eso qué quiere decir?
EL PADRE. ¡Por supuesto que sí, señores! ¿Qué otra realidad? Lo que para ustedes es una ilusión a crear, para nosotros es la única realidad. ¡Y no solamente para nosotros, créame! Piénselo bien. ¿Podría decirme quién es usted?
EL DIRECTOR. ¿Cómo que quién soy?... ¡Soy yo!
EL PADRE. ¿Y si le dijera que no es verdad, porque usted es yo?
EL DIRECTOR. ¡Le diría simplemente que está loco!
EL PADRE. Tienen razón para reírse: esto es un juego y usted, por lo tanto, puede objetarme que sólo por un juego ese señor, allá (señalará al PRIMER ACTOR), que es «él», tiene que ser «yo», que sin embargo soy yo, «éste» ¿Se da cuenta cómo ha caído en la trampa?
EL DIRECTOR. ¡Ya hemos hablado de esto! ¿Se lo repito de nuevo?
EL PADRE. No, no. No quería decir eso precisamente. Incluso lo invito a salir de este juego que usted acostumbra hacer aquí con sus actores. Pero vuelvo a preguntarle en serio: ¿quién es usted?

EL DIRECTOR. ¡Vaya si se puede ser descarado! ¡Uno que se da ínfulas de personaje tiene el atrevimiento de preguntarme quién soy!
EL PADRE. Un personaje, señor, siempre puede preguntar a un hombre quién es. Porque un personaje tiene realmente una vida, con sus propios atributos, por los que siempre es «alguien». Mientras que un hombre —y no estoy hablando de usted ahora— un hombre cualquiera puede que no sea «nadie».
EL DIRECTOR. ¡Claro! ¡Pero usted me lo pregunta a mí, que soy el Director! ¡El Director de la compañía! ¿Se da cuenta?
EL PADRE. Sólo lo hago para saber, señor, si verdaderamente usted puede verse cómo es ahora mismo... y como ve, por ejemplo, con la distancia del tiempo, a aquel que fue, con las ilusiones que tenía entonces; con todas las cosas, dentro y a su alrededor, de acuerdo a cómo las veía entonces —y que eran realmente así para usted—. Pues bien, señor. Recordando esas ilusiones que ya no se plantea, todas aquellas cosas que ahora ya no le «parecen» como «eran» hace un tiempo para usted, ¿no siente como si faltara, no digo estas tablas del escenario, sino un piso firme, el suelo bajo sus pies, sobre todo si piensa que de igual manera «esto» que siente ahora, toda su realidad actual, tal como es, también está destinada a parecerle una ilusión el día de mañana?
EL DIRECTOR. ¿Y? ¿Adónde quiere llegar?
EL PADRE. A ningún sitio, señor. Tan sólo hacerle ver que si nosotros no tenemos otra realidad más allá que la ilusión, también sería bueno que usted desconfiase de su realidad, de la que usted hoy respira y toca, porque, como la de ayer, está destinada a revelársele el día de mañana como una ilusión.

EL DIRECTOR. (Volviendo a tomárselo en broma.) ¡Tiene toda la razón! ¡Ahora sólo falta que usted diga que con esta comedia que viene a representarme es más verdadero y real que yo!
EL PADRE. (Decididamente serio.) ¡No tengo la menor duda, señor!
EL DIRECTOR. ¿Ah, sí?
EL PADRE. Supuse que usted lo había comprendido desde un principio.
EL DIRECTOR. ¿Más real que yo?
EL PADRE. Si su realidad puede alterarse de un día para el otro...
EL DIRECTOR. ¡Pero claro que puede cambiar! ¡Y continuamente! ¡Cómo todos!
EL PADRE. (Dando un grito.) ¡Pero la nuestra no, señor! ¿Entiende? ¡Ésa es la diferencia! No cambia, no puede cambiar ni ser otra, jamás, porque ha sido fijada, así, «ésta», y para siempre. ¡Y eso es terrible, señor! ¡Es realmente inalterable! ¡Hasta deberían sentir un escalofrío cerca de nosotros!

Luigi Pirandello

11 comentarios:

  1. Es que la vida es sueño... Y hay veces que no se puede despertar de él. Y hay veces que llevas tanto tiempo soñando con tu propia vida que despiertas y no sabes cómo volver a dormir.
    Y puede que estemos todos en la caverna de Platón y nunca veamos la verdadera realidad. Nada es eterno salvo lo que de verdad ES. Y es diferente SER y ESTAR.
    Y tus entradas me revuelven la vida.

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  2. Meme me has impresionado.

    La vida es una lucha constante del hombre mediocre que no sabe cómo dejar de serlo.

    Agus, ¿a qué se debe este cambio de estilo en tu blog?

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  3. ¡Me estoy volviendo loco! Si empiezo a darle vueltas a esto, mi castillo de marionetas se hunde, y yo con él.
    Gran fragmento, Agustín. Un tema tan eterno como el mismo hombre.

    Cualquier realidad puede aletrarse de un día para otro. La locura, un accidente, un despido, un comentario al azar. Y un fragmento de una obra de teatro de Pirandello. 1921. Es increíble. ¿Tan poco hemos cambiado?

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  4. Buena reflexión vespertina Meme! ¿Has visto con qué intensidad ha nevado en Madrid esta tarde?
    He preferido meterme adentro a la Caverna, aunque creo que nunca salí de ella jeje.

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  5. Aina, pues, de vez en cuando, me gusta hacer una entrada recomendando literatura, cine o cosas varias. ¡Esa es la razón! ;)

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  6. Igor, yo creo que si los que nos creemos locos volásemos, no se vería el Sol. Aunque es cierto que hoy ni siquiera salió a saludar...

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  7. elegiste un texto que sin dudas tiene mucho que decir...

    igual que vos, claro, que sos quien lo elige... dicen que el verdadero talento está en elegir a los talentosos!!

    por otro lado, todavía no se cual es la realidad y cual es la ficción, y la verdad es que prefiero seguir confundida antes de caer de desilución...

    besos reales y mágicos!!

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  8. ¿De veras dicen eso? ¡Qué bien! Lo tendré en cuenta de aquí en adelante...

    Hay veces que es mejor no pensar. No pensar. No pensar. Y vivir.

    Gracias Noe!

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  9. Uau,., Pirandello y su metateatro... Texto archifamoso que ha sido escuela de tantos otros...
    , uno de mis preferidos...
    No tiene desperdicio. Muy buena elección.

    Saludos

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  10. Hey Agustín...

    Se me olvidó decirte.. Que si te van los textos teatrales y especialmente en esa línea, te recomiendo encarecidamente el número "Entre aquí allá (lo que dura un paseo)" de Victoria Szpunberg ", texto metateatral en la línea de Piradello de una dramaturga contemporànea muy buena. Lo podrás encontrar en el núm. 23 de PUBLICACIONES DE LA ASOCIACION DE DIRECTORES DE ESCENA.

    Un cordial saludo.

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  11. ¡Qué pasa Chus A.!
    Me encantan las recomendaciones, ¡y esa me la apunto con fosforito!
    Gracias por ella.

    Un formal saludo

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