Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

martes, 20 de abril de 2010

Huésped de las nieblas

Inmóviles, clavadas, mudas mujeres de los zaguanes
y hombres sin voz, lentos, de las bodegas,
quieren, quisieran, querrían preguntarme.
- ¿Cómo tú por aquí y en otra parte?

Querrían hombres y mujeres, mudos, tocarme,
saber si mi sombra, si mi cuerpo, andan sin alma
por otras calles.
Quisieran decirme:
- Si eres tú, párate.

Hombres, mujeres, mudos, querrían ver claro,
asomarse a mi alma,
acercarle una cerilla
por ver si es la misma.
Quieren, quisieran...
- Habla.

Y van a morirse, mudos,
sin saber nada.

Rafael Alberti - Los ángeles mudos

2 comentarios:

  1. ALberti, un maestro.
    Creo que aborda la imposibilidad de comunicarse, si hablamos del alma, en su ir y venir diario, cotidiano. En este morir callados.
    Buena selección.
    Un saludo.

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  2. Un incomprendido más, como otros tantos que conforman nuestra historia literaria.
    Un saludo y gracias Igor

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