Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

miércoles, 22 de junio de 2011

Diálogo II - Relación lenguaje/pensamiento

En estos días de escasez, elaboré mi segundo diálogo como práctica para una asignatura de "filosofía del lenguaje" en la Filología que inicié este año en la Universidad Complutense de Madrid. Había que escribir una historieta de ficción con un claro trasfondo de los problemas en la relación lenguaje-pensamiento. A los que os interese el tema de cómo funciona, os recomiendo que os leáis algún manual o las teorías resumidas de Wittgestein, Russell o Frege. Es muy, muy curioso. He aquí el texto:
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Al ocaso, ahí estábamos, silentes, con la música de algún jamaicano pacifista de fondo, viendo cómo las nubes se tiraban los trastos unas a otras, inconscientes de que no éramos más que otro objeto terrenal que acabaría siendo pulido por el viento, dos sujetos dotados de una limitada inteligencia que, balanceándonos cada uno en su silla, triturando el extremo de una muestra de trigo con una dentadura que ya incluso a sí misma se despreciaba, observaban un horizonte que nunca sospechamos tan insondable.

- ¿En qué estás pensando? —pregunté, curioso y pícaro pero con algo de desdén.
- ¿Eh? —reaccionando torpemente— En nada… bueno, sí; en pensar.
- ¿Pero qué clase de respuesta es esa? —dije cabalgando una profunda carcajada.
- Mi maestro, en paz descanse, me dijo que el pensamiento no se expresa simplemente en palabras, sino que existe a través de ellas —explicó, rodeado de un aura de misterio.
- Siempre acabas volviéndome a sorprender, amigo.
- Pero es que… ¡es verdad! ¿Nunca te has parado a reflexionar sobre ello? Imagínate la concatenación de evoluciones que han de darse, el caótico orden que las tiene que desatar para que estemos tú y yo aquí ahora.
Y pensar, compañero, pensar. Creerás con esto que estoy loco, que soy raro o simplemente un filósofo con fondo homicida pero, ¿no sientes a veces como si hubiese una tormenta en la cabeza? Dime, ¿no lo sientes?
- Hombre, después de una buena resaca… lo que siento es un apocalipsis —respondí, en tono burlesco.
- ¡Venga, hombre! Recapacita un instante sobre ello, haz el favor —suplicó—. En mi opinión, estamos limitadísimos por un lenguaje precario, una lengua que adolece de la perfección necesaria para subir al mundo de las ideas, coger una, bajar e intentar plasmarla por escrito. Sin embargo, el resultado no es más que, por ejemplo, la metopa que un aficionado esculpe imitando al gran Fidias.
- Pero, ¿a ti qué mosca te ha picado hoy? ¿Por qué de repente tan… tan existencialista? Aunque, ya que sacas el tema, te diré que no estoy de acuerdo contigo: yo creo que la lengua que hablo sí es perfecta; es más, lógicamente perfecta —argumenté, interesándome por la conversación de mi amigo.
- No, querido, perfectos son los números. La lengua es más ambigua que Juana, la panadera, ¿recuerdas? Diciéndome que lo nuestro era verdadero y falso. Verdadero por la pasión, producto de la necesidad, que profesábamos pero falso por la falsedad del amor. ¡Pues lo mismo en lo que intento expresarte! —exaltado, como si acabase de descubrir una gran verdad— Aparentemente la lengua es perfecta, pero nosotros, a efectos prácticos, la hacemos ambigua y, consecuentemente, imperfecta.
- ¿Y eso que tiene que ver con lo que hablabas del pensamiento? Yo puedo expresar todo lo que quiera cuando quiera.
- Quizás, pero son proposiciones simples. En cuanto a las complejas, las complicadas, el lenguaje se antoja insuficiente para plasmar el pensamiento abstracto con la potencia con la que se gesta y nace en nuestras cabezas. El pensamiento se puede comparar a un nubarrón que arroja una lluvia de palabras; éste carece de límites pero, en cambio, el lenguaje sí.
- Sea como sea, creo que ningún hombre pondría palabra alguna por escrito si tuviera el valor de vivir lo que cree; o algo así dijo un tal Miller, Milosevic o no sé quién...
- Sí; y también dijo que la imaginación es la voz del atrevimiento. La imaginación, amigo mío, es nuestra herramienta más poderosa para colorear un mundo cada día más gris. ¿No te das cuenta?
- No, no demasiada.
- ¡Dios! Sabía que el día que repartieron la inteligencia llegaste tarde; pero no tan tarde… —me replicó, iracundo—. Añadiendo a nuestros pensamientos la dosis de imaginación adecuada, se nos abre un universo de infinitas posibilidades.
- ¿Ah, sí? No te creo.
- Tal es la necedad de gente que, como tú, alimenta actitudes indudablemente pesimistas y retrógradas. ¡Pero me es indiferente! Yo soy feliz; mas triste también. Y es la mezcla de la fortuna con la infortuna de saberme fortuito y finito que me vuelvo a topar con la inexpugnable barrera del lenguaje para expresarlo correctamente, lo cual me conduce a la ineludible desaprensión de la impotencia; impotencia no en el sentido que piensas, ya sabes que yo con Juana…
- Deberías hacértelo mirar; conozco un médico que…
- ¡IMBÉCIL! ¿Acaso te has parado a pensar en lo que piensas y en lo que finalmente acabas diciendo? Sé que dentro, muy dentro de ti, tienes inquietudes. Tienes que aprender a despertar, aunque solo sea de vez en cuando.
- ¡Pues sí! ¡Las tengo! —confesé— Pero me muestro reticente a compartirlas porque creí que se me tacharía de intelectual y pretencioso.
- ¡No tengas miedo, muchacho! ¿Qué hay de malo en ello? De necios abunda el mundo.
- Vale, lo agradezco. Cuéntame algo más de lo que crees de todo esto.
- Pues, para empezar, dentro de ti, todo ya está dado; yo lo veo como una comunicación prácticamente silenciosa de los pensamientos más complicados. No obstante, esto se halla trabado enormemente por el solipsismo.
- ¿Soli qué?
- Hay quien afirma que detrás de cada pensamiento existe una tendencia afectivo-volitiva que es la que lo origina y el solipsismo, en esa línea, nos dice que el mundo es nuestro mundo, ¿me explico?
- Más o menos…
- Quiero decir que el mundo de cada uno son sus vivencias y recuerdos. Sé que es abstracto, lo sé…
- Pero, volviendo a dónde empezamos, aún no me has dicho en qué pensabas exactamente.
- ¡Já! ¿Tan descaradas y evidentes eran mis falacias? Ruego me perdones; te infravaloré —exclamó, achinando los ojos, con cierta malicia.
- Perdonado. Ahora, responde.
- Pensaba… que la vida es una lenteja: ¡o la tomas, o la dejas!

Acto seguido, con un elegante y sutil movimiento, propinó la fuerza necesaria a una de las patas de mi silla que, como seguía erguida sobre solo dos, provocó que la gravedad, como acostumbra, se volviese a manifestar con la nefasta consecuencia de una caída sobre la misma hierba que, nunca tan asombrada, nos había escuchado con firme atención.

Nítsuga Sotso Anibor © Todos los derechos reservados

11 comentarios:

  1. Buenas, mañana me leo el texto. Mis párpados me dicen que me vaya a hacer puñetas. Hace un par de día busqué el libro de "Lo bueno de ser una rata" y no lo encontré en la "Casa del Llibre" de Paseo de Gracia. No sé si está en otras tiendas. A ver si me puedes decir cómo conseguirlo.
    Un abrazo.

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  2. Los míos me van diciendo lo mismo, macho.
    No sé si lo tendrán en stock. Pero si les dices que te lo reserven y manden, no debería haber problema alguno. Este es el link http://www.casadellibro.com/libro-lo-bueno-de-ser-una-rata/1863479/2900001455155

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  3. querido!! estoy con problemas con la luz y muchas cosas que molestan, ni bien pueda me paso, lo prometo, pero vengo ahora a decirte que te mando un beso enorme...
    pronto vuelvo como siempre
    sucede que debo arreglar algunas cositas!
    que estés bien

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  4. Lenguaje y metalenguaje, literatura y metaliteratura... no? En general me alejo de los textos reflexivos que invitan a pensar sobre el escribir y el pensar lo que expresarmos y cómo lo expresamos. Supongo que el diálogo en este caso, debe ser el vehículo, la excusa, el Mc Gufffin didáctico ¿no?, para poner disparar la reflexión que en sí, misma claro que es interesante, aunque a mí como texto literario (¿o dramático?, -atendiendo a esas acotaciones del principio y del final-) per se no me resulte muy atractivo.
    En cualquier caso un documento enjundioso y de provecho, Agustín !!

    Un cordial saludo..

    De Llerena?? jeje, mi padre es de allí :)

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  5. Oh,, y ahora, al cerrar el comment he visto la foto de la plaza de Llerena y me ha dado un vuelco to.. qué recuerdos..

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  6. Agustín! ya pensarías que ando perdida....y es que los exámenes me tienen pillada de pies y manos. Aun así, siempre estoy al día con tus entradas aunque no pueda apenas comentar, pero es que he leído ésta y.....precisamente esta tarde tengo mi espero que último examen de la carrera y es de psiquiatría. Me pillas con el tema lenguaje-pensamiento entre las manos. Podría llamarse casualidad...

    Un besazo y enhorabuena por este trabajo!

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  7. Noe, ¡no juegues con la luz! Cualquier día podría abducirnos ja ja.

    Mónica, yo estoy en la misma situación. Leo pero no comento. ¡El mundo está lleno de casualidades? ¿O es el resultado del baile de variables?

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  8. Gracias, Agustín, no sabía que se podía encargar en la página web, cosa de ser un tecnocateto.
    Un abrazo.

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  10. Tal vez el no pensar, ni el pensar en pensar, nos haría más felices, o al menos no nos disgustaría tanto el encontrarnos incapaces de tantas cosas. Ese es el problema de la inteligencia, a la que a veces nos conviene llegar tarde para recibirla.
    Como siempre un fiel retrato tuyo, Agustín, con tu cabeza que es un hervidero de ideas y de palabras bien compuestas, todas tuyas.
    Ánimo con esos exámenes, yo me gradúo el día 1!! :D
    Por cierto, qué sorpresa encontrarme con ese tipo de música por aquí; si te gusta Brahms, busca Rachmaninov: no es bueno, es lo siguiente.

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  11. Supongo que los pensamientos siempre fluyen mas rápido que las palabras. Y muchas veces es difícil expresar en palabras lo que pensamos y/o sentimos. Por ahí pienso que no existen suficientes palabras. Aunque otras veces sobran.
    No te pasa, a veces, cuando hablas en otro idioma? Todo cambia, incluso en nuestro mismo idioma, todo puede mutar de acuerdo al contexto.

    Con lo que volvemos a que la realidad la creas vos, el solipsismo y a la neurosis que nos producen las contradicciones.

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