Poeta y basura

a

“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Surf en el Pororoca

Ahora que en un mesecito podré visitar el Brasil, posteo este vídeo sobre el fenómeno del Pororoca. Pororoca es una onomatopeya de la lengua tupí-guaraní pororó-ká, que significa "gran estruendo", y se utiliza para designar un fenómeno similar al que se conoce como macareo en el delta del Orinoco, que se manifiesta como una especie de oleaje ruidoso que recorren los grandes ríos del norte del país, especialmente el Amazonas, a partir de su desembocadura durante decenas de kilómetros que se produce por la acción de las mareas al penetrar las aguas marinas sobre las fluviales durante la pleamar o flujo. La pororoca es más intensa cuando el ancho del río se estrecha, por lo que las aguas oceánicas del Atlántico pueden penetrar más fácilmente y con mayor velocidad y longitud en los cauces del delta de este río, lo que da origen a una verdadera inundación que llena de agua salada muchas zonas ribereñas.
 
Hasta a los niños más pequeños les enseñan en los colegios cómo puede llegar a ser devastador este fenómeno. Se ha mitificado a este fenómeno natural como un asesino o monstruo que llega a anegar tierras bajas de las orillas con agua salada. Su sonido, hasta media hora antes de llegar, es el de un oleaje intenso y continuado.
 
Lo más impresionante es que hay gente que aprovecha esta ola gigante del río para hacer surf.

2 comentarios:

  1. Qué brutalidad. Iba a decir no sé que tontería pero lo cierto es que siento un poco de envidia. ¡Y de ti también!
    ¿Qué, una transfusión de almas con un poco de ron? Y me voy a Brazzzil.

    ResponderEliminar
  2. Jajaja nunca es tarde si la dicha es buena, Igor. Brazzzil, como la peli de culto rara de cojones de De Niro. ¿Nos metemos en una cámara de fusión como en "La mosca" de Cronenberg? Joder, probablemente saliese un culto humanista karateka jajajaja.

    ResponderEliminar

¡Vomita lo que pienses!

El viaje íntimo de la locura