Poeta y basura

a

“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

sábado, 12 de junio de 2010

El Rey Lagarto

Leones en la calle y vagando
perros en celo, rabiosos y llenos de espuma.
Una bestia enjaulada en el corazón de la ciudad.
El cuerpo de su madre
pudriéndose en el suelo en verano.

Él huyó de la ciudad,
fue hacia el sur y cruzó la orilla.
Dejó el caos y el desorden,
les dio la espalda.

Una mañana él despertó en un hotel verde
con una extraña criatura gimiendo a su lado.

El sudor escurrió desde su frente brillante.
¿Están todos?

La ceremonia está a punto de comenzar
¡Despierten!
¿No puedes recordar dónde fue?
¿Ha parado este sueño?

La serpiente era pálida,
satinada y encogida.
Teníamos miedo de tocarla.
Las sábanas eran ardientes prisiones muertas
y ella estaba a mi lado
vieja, ella no es... joven.
Su oscuro pelo rojizo,
su suave piel blanca.

Ahora, corre al espejo del baño.
¡Mira!
No puedo vivir a través de cada siglo de sus lentos movimientos.
Dejé mi mejilla resbalar hacia abajo
al agradable y suave azulejo.
Siento bien la fría mordedura en la sangre,
el suave silbido de las serpientes en la lluvia.

Una vez tuve un jueguito,
me gustaba cómo se arrastraba en mi cerebro.
Creo que sabes del juego del que hablo.
Hablo del juego llamado "Volverse loco".

Ahora deberías tratar de jugarlo.
Solo cierra tus ojos, olvida tu nombre.
Olvida al mundo, olvida la gente,
y erigiremos una torre distinta.

Este jueguito es divertido.
Solo cierra tus ojos, no hay manera de perder.
Estoy aquí, también voy a jugar.
Relájate, estamos abriéndonos paso.

Retrocedamos a lo más profundo del cerebro,
regresemos a donde nunca hubo dolor.
Y la lluvia cae suavemente en la ciudad
y en el laberinto de arroyos.
Abajo, la quieta presencia sobrenatural
de los nerviosos habitantes de las apacibles colinas alrededor
abundan reptiles,
fósiles, cuevas y cumbres frías.

Cada casa repite un molde
con ventanas laminadas
un carro con bestias encerradas en la mañana.
Todos duermen ahora.
Alfombras silenciosas, espejos vacíos,
polvo ciego bajo las camas de las parejas legítimas
envueltas en sábanas.
Sus hijas presumidas
con ojos de semen en sus pezones.

Espera....
Ha habido un sacrificio aquí.

(No pares de hablar o ver alrededor,
tus guantes y abanico están en el piso.
Estamos saliendo de la ciudad,
nos escaparemos
y quiero que tú vengas conmigo).

No toques la tierra.
No veas el Sol.
No hay nada más que hacer que
huir, huir, huir.
Huyamos.

Una casa sobre la colina.
La Luna descansa tranquila.
Las sombras de los árboles
son testigos de la salvaje brisa.
Vamos nena huye conmigo.
Huyamos.

Huye conmigo.
Huye conmigo.
Huye conmigo.
Huyamos.

La mansión es cálida en lo alto de la colina.
Las habitaciones son lujosas y confortables.
Rojos los brazos de los lujosos sillones
y no sabrás nada hasta que estés adentro.

El cadáver del Presidente en el carro del chófer,
el motor corre con cola y alquitrán.
Ven, no vamos muy lejos,
al Este a conocer al Zar.

Algunos bandidos vivían en la orilla del lago.
La hija del ministro está enamorada de la serpiente
que vive en un pozo junto a la carretera
¡Despierta niña! Casi estamos en casa.

Sol, Sol, Sol.
Arde, arde, arde.
Pronto, pronto, pronto.
Luna, Luna, Luna.
Te alcanzaré.
¡Pronto! ¡Pronto! ¡Pronto!

Deja las campanas sonar,
deja a la serpiente cantar.
Deja todo.

Hemos bajado
por ríos y autopistas.
Hemos bajado
por bosques y cascadas.

Hemos bajado
de un fénix esclavizado
y puedo decirte
los nombres del reino.
Puedo decirte
las cosas que sabes
escuchando un puñado de silencio,
escalando valles en oscuridad.

Soy el Rey Lagarto
y puedo hacer lo que quiera.

 
Puedo hacer que la tierra pare en su pista,
hacer que los carros azules se vayan.

Por siete años habité
en el perdido Palacio del Exilio,
jugando extraños juegos
con las chicas de la Isla.

Ahora regreso de nuevo
a la isla del justo, del fuerte y el sensato.

Hermanos y hermanas del pálido bosque
o hijos de la noche.
¿Quién de ustedes se unirá a la caza?

Ahora la noche llega con su legión púrpura.
Regresen a sus tiendas y a sus sueños,
mañana entraremos a la ciudad donde nací.
Quiero estar listo.

a
Jim Morrison - Celebration of the Lizard

5 comentarios:

  1. Sin duda ganó el juego de "volverse loco".

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  2. Y no deja de ser un texto bastante, bastante interesante. Hay trozos que piensas "qué colgado" y otros que te deja anonadado. Es como un poesía totalmente libre, inconexa como la realidad. Y está totalemente trufado de símbolos, saturado de símbolos que quizás entendía quien los citó.
    Otra época, otro tiempo, que me sigue fascinando.
    Saludos.

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  3. Sin duda, a ese juego jugamos todos, Lavilha

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  4. Qué pasa Igor!

    Sí, hay momentos en los que dices "joder, aquí iba hasta el culo", pero luego sigues leyendo y te percatas de que en realidad si puede tener sentido toda esta locura. A pesar de que el peyote, el LSD y demás drogas hiciesen su efecto, Jim siempre decía que nadie entendía lo que escribía. Yo opto por releerlas en distintos momentos. Hay una peli de Van Kilmer y Meg Ryan llamada "The Doors", no está maleja.

    Un saludo!

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  5. Vi la peli. Para un grupito, entre los que estaba yo, fue el gran referente vital durante algunos años. Luego, el amigo Oliver Stone empezó a hacerse viejo y a contar cosas sobre el 11-S.
    Saludos.

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