Poeta y basura

a

“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

domingo, 7 de febrero de 2010

Seguimos de viaje

Hoy, esta mañana, una mañana que podría haber sido como cualquier otra, ha preferido, sin embargo, ser una mañana única y no parecerse a ninguna; y lo ha conseguido, porque esta mañana don Severino ha regresado de donde estaba: de la locura. Ha vuelto así, sin más, como el que vuelve del supermercado: tranquilo porque ahora tiene todo lo necesario, y sabiendo que, si ha sido capaz de regresar, ya no habrá nada que perturbe su calma ni nada que le atemorice ni le detenga. Ha colocado cuidadosamente, en los estantes de su alma, las nuevas provisiones con las que a partir de ahora alimentará su espíritu y ha sabido, desde este momento, que ya nunca sufrirá ninguna carencia. Y como un millonario que posee más dinero del que nunca podrá gastar, ha decidido dedicar el tiempo a derrochar su flamante fortuna.
a
Roberto Iniesta (El viaje íntimo de la locura)
a

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Vomita lo que pienses!

El viaje íntimo de la locura