Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

miércoles, 6 de enero de 2010

Todos me dicen

Me contó la Mañana que estaba loco por tí, que mi vida ya no me importaba.

Mediodía me tranquilizó y me dijo que ya te vería. Me sacó un poco de mi locura, me apegó un rato más a la vida. Todos me dicen.

La Tarde no me dijo nada, ni siquiera me miró a la cara.

La Noche me meció y susurrando me dijo (todos me dicen pero yo sigo sin estar a tu lado): “tranquilo, Mañana te cegará el Sol”.

Todos me dicen.

Ramón Romero Ruíz

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