Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

viernes, 2 de abril de 2010

Ocurre cada primavera

El cerezo ya se ha despertado. Ya había renunciado a todo; se sentía demasiado viejo para nada y se había preparado para el final. Se había resignado a no volverla a ver, pero abrió los ojos y allí estaba ella: la vida; caprichosa, sin dar explicaciones, como ella siempre ha sido. Se ha presentado con más ganas que nunca, y el reencuentro ha sido el más apasionado y exuberante que hayan tenido jamás. El cerezo entero es una fiesta de flores blancas. Ocurre cada primavera.
Roberto Iniesta - El viaje íntimo de la locura

1 comentario:

  1. Buá! me encanta! y no el que se hayan atribuido cualidades humanas a un cerezo, si no el ser capaz de retratar el último aliento de un árbol. Me parece increíble.

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