Yo entiendo que la medicina ha prolongado nuestra vida, pero no nos ha facilitado una buena razón para seguir viviendo. Hasta ahora nuestra vida se ha alargado para poder quejarnos más tiempo de la artritis, la sordera y el lumbago. Para poco más. Me horrorizan los quejicas que pretenden hacer de sus males el eje del mundo. La artritis reumatoide no es una broma, claro, pero ¿qué puedo hacer? Aguanto y soporto los días, uno tras otro, todos iguales. No deseo más tiempo; doy mi vida por vivida. No existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que se deshacen como las pompas de jabón. Yo soy triste.
Miguel Delibes
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Vomita lo que pienses!