Pido perdón por todas las cosas que no hice,
por distraer a hojas con mi ondulado caer,
por desaprovechar hasta el último atardecer naranja.
Ruego clemencia a los reyes del subsuelo
por no haber respirado lo suficiente
para desahogarme en el féretro
donde el oxígeno se asfixia.
Imploro indulto a las autoridades que en el inframundo gobiernan
por declararme culpable cuando en realidad lo era.
Suplico compasión y olvido
por la violencia con que a veces sonreí,
por desangrar cicatrices de doble filo.
Mendigo derecho de gracia
por todas las bocas que a deshora callé.
Aunque no me arrepiento.
Absolución persigo.
- No puedo seguir así, ¡por favor!
Me busco en el espejo y no me encuentro.
Presento mil disculpas
si en tiempos envenené charcos
para difuminar reflejos falsos en esencia.
Tras bailar en la calva del calvario
no resta más que dispensa solicitar
con la esperanza de que sea condenado a volver a vivir.
En mi defensa diré que antes preferiría cinco lustros de galeras.
- ¡Exímanme! - En el estrado, de rodillas, exaspero.
Quizás el amparo sea mi recurso sorpresa,
pero estoy fuera de plazo.
De colofón gritaré:
- ¡A mí la amnistía!
con todas mis fuerzas,
mas sé que en los bolsillos no tengo verdades ni razón.
Abogo por que legitimados abofeteen mi cadáver.
por distraer a hojas con mi ondulado caer,
por desaprovechar hasta el último atardecer naranja.
Ruego clemencia a los reyes del subsuelo
por no haber respirado lo suficiente
para desahogarme en el féretro
donde el oxígeno se asfixia.
Imploro indulto a las autoridades que en el inframundo gobiernan
por declararme culpable cuando en realidad lo era.
Suplico compasión y olvido
por la violencia con que a veces sonreí,
por desangrar cicatrices de doble filo.
Mendigo derecho de gracia
por todas las bocas que a deshora callé.
Aunque no me arrepiento.
Absolución persigo.
- No puedo seguir así, ¡por favor!
Me busco en el espejo y no me encuentro.
Presento mil disculpas
si en tiempos envenené charcos
para difuminar reflejos falsos en esencia.
Tras bailar en la calva del calvario
no resta más que dispensa solicitar
con la esperanza de que sea condenado a volver a vivir.
En mi defensa diré que antes preferiría cinco lustros de galeras.
- ¡Exímanme! - En el estrado, de rodillas, exaspero.
Quizás el amparo sea mi recurso sorpresa,
pero estoy fuera de plazo.
De colofón gritaré:
- ¡A mí la amnistía!
con todas mis fuerzas,
mas sé que en los bolsillos no tengo verdades ni razón.
Abogo por que legitimados abofeteen mi cadáver.
Nítsuga Sotso Anibor
No tengo otra palabra en la cabeza: ¡genial!
ResponderEliminarCinco lustros de galeras por todo lo que no hicistes es mucho. Piensa que el Creador es misericordioso y tras esta súplica podrás dormir muy tranquilo a tres metros bajo tierra. Que no te perturbe no econtrarte en el espejo, ni esos charcos que envenanstes ni los atardeceres rojos que perdistes por estar escribiendo poesías. El amparo es para tí, Agustín, y que la eternidad sea justa para los artistas.
ResponderEliminarYa Igor pero la lista de las cosas que no se han materializado es demasiado extensa como para exigirme una pena inferior. En cuanto a lo de la eternidad, es algo que me preocupa bastante: viviremos en los recuerdos de la humanidad? Porque en los de nuestros familiares seguro que sí, pero esos con el tiempo son borrados. Quiero decir: ¿es quizás nuestra obligación dejar huella para no pasar desapercibidos en un par de siglos?
ResponderEliminarAhí queda eso.
gracias meme, vendrán más !
ResponderEliminarRedención deberías pedir por dejarme impresionada cada vez que te leo :)
ResponderEliminarUn besazo!
Jajaja soy un pecadorrrr!!
ResponderEliminar