Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Ahora

Me encanta esta sensación, mis pies sobre el asfalto blanco por el calor primaveral, la suave brisa que te recorre todo el cuerpo, especialmente la entrepierna, sientes un inmenso poder al estar desnudo bajo las estrellas mientras un gigante vestido de ciudad sortea los coches a su alrededor.
Diario de un rebelde

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