martes, 20 de abril de 2010

Huésped de las nieblas

Inmóviles, clavadas, mudas mujeres de los zaguanes
y hombres sin voz, lentos, de las bodegas,
quieren, quisieran, querrían preguntarme.
- ¿Cómo tú por aquí y en otra parte?

Querrían hombres y mujeres, mudos, tocarme,
saber si mi sombra, si mi cuerpo, andan sin alma
por otras calles.
Quisieran decirme:
- Si eres tú, párate.

Hombres, mujeres, mudos, querrían ver claro,
asomarse a mi alma,
acercarle una cerilla
por ver si es la misma.
Quieren, quisieran...
- Habla.

Y van a morirse, mudos,
sin saber nada.

Rafael Alberti - Los ángeles mudos

2 comentarios:

  1. ALberti, un maestro.
    Creo que aborda la imposibilidad de comunicarse, si hablamos del alma, en su ir y venir diario, cotidiano. En este morir callados.
    Buena selección.
    Un saludo.

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  2. Un incomprendido más, como otros tantos que conforman nuestra historia literaria.
    Un saludo y gracias Igor

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